viernes, 31 de octubre de 2014

Bar Lalola. Jungla de terracitas.

Corria Mayo, cuando el amigo Will Perromuerto hacía un tweet comentando la maraña de terrazas de la Plaza de la Vila, Matias respondió, una cosa llevo a la otra y no se muy bien como ni por qué cuatro personitas acabamos metiéndonos a hacer este blog. Es curioso que después de 4 meses de crónica semanal, todavia ninguno de nosotros nos hubiéramos decidido a pisar esas terrazas. Al final he sido yo el primero que ha dado el paso, aunque confieso que nuestra intención inicial, ese Domingo de Octubre, era ir a otro establecimiento de los alrededores que estaba cerrado, así es como acabamos sentándonos en la terraza del Bar Lalola.

Enfrente del ayuntamiento confluyen las terrazas del Xocala, el Koloma, Lalola y, si no ando errado, del Cinc y el 9 Carrer. En ocasiones, sobretodo con gran afluencia de público, es díficil saber donde te estás sentando, el día que fuimos no había mucha gente y, antes de escoger mesa, comprobamos que la carta correspondia a Lalola que era el bar escogido.

El público del bar depende mucho de la hora, durante el día es una terraza más de la plaza de la Vila por lo que encontrareis muchos padres y madres tomando algo mientras los niños dan por cu..., juegan con la pelota alrededor. Como el bar tiene una buena carta de combinados alcohólicos varios por la noche abundan los grupos de amigos que van a tomar la primera (o primeras) antes de salir de fiesta.

La carta la componen bocatas, torradas y tapas, curiosamente no todas las tapas están en la carta, en la pizarra de la puerta del bar se avisa que también tienen bravas, pinchos, alitas, croquetas, etc... . Desconozco el motivo por el que están por separado, ¿quizá no tengan todos los dias?, no se, el caso es que el fallo de este sistema es que no informan del precio de las tapas que están aparte, no es menos cierto que se puede preguntar (cosa que torpemente no hice por lo que no se el precio desglosado de lo que tomamos) pero no estaria de más que lo tuvieran indicado.




El servicio muy bien, el camarero nos atendió rápido y se ocupó de avisarnos de que había más tapas aparte de las de la carta. Los platos fueron viniendo bastante rápido y en todo momento fueron muy simpáticos. Es cierto que era Domingo noche y no había mucha gente y que, posiblemente, un Sábado a la misma hora con la terraza a rebosar puede que la cosa no vaya tan rápida, pero me quedé con la impresión de que en esos momentos de caos el tiempo de espera seguro que también es razonable.

Vamos con nuestra tradicional visita al lavabo, bastante amplio (teniendo en cuenta que el interior del bar no es muy grande) y limpio aunque se agradeceria (tomen nota amigos de Lalola), que pusieran un ambientador.  


Pedimos tres raciones, una de bravas, una de morros y unas croquetas. Las tapas no vienen en platos sino en unos bols de cristal. Los morros muy buenos, crujientes y nada "chiclosos", la ración además era bastante generosa. Las croquetas quizá fueron el fallo de la noche, estaban como requemadas, daba la impresión de que las habian frito demasiado.


Las bravas, cortadas en cubos irregulares, de textura muy crujiente, bañadas de una salsa alioli muy buena, bastante contundente sin llegar a ser excesivamente fuerte, todo acompañado de pimentón. Personalmente me gustaron mucho, como es habitual en mi me faltó que picaran un poco más, pero eso ya es defecto de forma mio, el único fallo quizá es que la forma del recipiente hace que la salsa se quede sobretodo en las de arriba, aun así a mi me parecieron muy buenas.


Mi resumen es que es un buen sitio para tapear, tanto el servicio como la comida son muy buenos (a pesar del patinazo de las croquetas), esto acompañado de su situación céntrica lo hacen un lugar muy a tener en cuenta. Puntos en contra, bueno, la propia situación inmejorable a según que horas puede resultar demasiado bulliciosa, también estaria bien que incluyeran todas las ofertas en la carta. Aquí también tengo que pedir disculpas a los lectores porque se me pasó totalmente pedir el desglose de lo que estábamos pagando (las 3 tapas, más una coca cola zero y una clara fueron 18.30 Euros) aunque con las fotos de la carta os podeis hacer una idea. También destacar que aparte de la faceta de las tapas el bar tiene una amplia carta de cocktails y combinados varios y que al mediodia hacen menús de a 8.50 Euros.

Bar Lalola

Plaza de la Vila 2,
Teléfono 93 3858898

Lunes 8:00–24:00
Martes 8:00–24:00
Miércoles 8:00–24:00
Jueves 8:00–24:00
Viernes 8:00–3:00
Sábado 11:00–3:00
Domingo 11:00–24:00

viernes, 24 de octubre de 2014

Bar Bambi: Agazapado entre callejones

No sé qué motivaciones habrá tenido el dueño para nombrar a su bar como una de las películas más tristes de todos los tiempos. Tal vez lo sabría si fuera una parroquiana habitual de este lugar pero lo que voy a contar a continuación parte de la única impresión de una primera -y espero que no única- visita. A menudo comento bares a los que ya he ido, pero en este caso todo es nuevo y aunque la primera impresión no se olvida a veces es necesario volver sobre nuestros pasos para confirmar cosas. 
Que no falte la pantalla con su partido de fútbol
Muchas veces había pasado delante del Bar Bambi sin prestarle atención a nada más que a su cartel: un Bambi a colores con maripositas rondando. Si no hubiera tenido bien clara la palabra "Bar" hubiera pensado que se trataba de una guardería infantil. Claro, esto era antes, hace unos años. Ahora ese cartel se ha suprimido por uno más moderno en blanco y negro que conserva el nombre y conserva, cómo no, la imagen del gracioso cervatillo huérfano pero modernizada (Disney también se moderniza).
Así fue como me encaminé al bar Bambi con ninguna expectativa y con mucha curiosidad.  Lo primero que puedo decir es que, aunque por una parte es el típico bar de barrio, a diferencia de muchos de la zona este es luminoso, limpio y bien cuidado
Una carta plastificada nos recibe en la mesa y podemos leer "Bar Bambi: especialidad en ibéricos" y esto me parece a mí que ya marca la diferencia con otros bares. 
Nos decantamos pues, por la especialidad de la casa, no obstante que se salía un poco del presupuesto proyectado pensando que iríamos a un lugar de tapas caseritas y de calidad regular. Pero, por vosotros, estimados lectores y lectoras, vale la pena cualquier sacrificio (*suspiro*). 
El pálido reflejo de un rico jamón
Aquí pongo la carta con los precios para que juzguéis vosotros mismos.  La verdad es que no resulta excesivamente caro porque la calidad de los productos es de verdad buena. Eso sí: las raciones son justitas. El jamón podría haber tenido unas lonchitas más y el queso podría haber sido medio milímetro más gordo. El queso (un curado de oveja, increíble) me pareció superior al jamón en cuanto a calidad, pero ya digo, ambos están muy por encima de lo que se ofrece en un bar cualquiera de barrio y los precios del resto de las tapas y los bocadillos son precios promedio.
La carta 1
La carta 2
He de decir que éramos los únicos sentados a la mesa. Había otros clientes, sí, pero en la barra. Clientes de toda la vida hablando de Pujol, del fútbol, de la independencia... en fin, los clásicos temas de barra de bar. Me pareció ver que uno de los tres señores mayores que estaban ahí pidió un chato de vino y se lo acompañaron con una tapa.  La vista no me dio para apreciar qué era pero parecía un montadito.  Sin embargo no me atrevo a afirmar que den tapa con la bebida, en primer lugar porque a nosotros no nos la ofrecieron, y en segundo, porque en bares así uno nunca sabe qué acuerdos hay entre los dueños y los clientes de toda la vida, esos que vienen con el inventario del local. Tampoco sé si en barra sí hay tapa y en mesa no, o si nosotros llegamos con las intenciones muy claras de tomar algo más que una cerveza, así que si alguien lo sabe, que lo añada por favor en los comentarios y así lo añadimos a nuestra pestaña de quinto/tapa.  Era mucho preguntar y debemos preservar el anonimato para que estas crónicas sigan siendo lo más fiables posibles.
Pedimos para completar -es justo decir que íbamos con especial buen apetito- una tapa de carne en salsa que resultó ser bastante buena: carne tierna y bien condimentada, ración bien servida. 

Carne en salsa: tiernita y adobada
 Volveré, sí. Volveré a comprobar si se incluye la tapa con la bebida y también volveré un día de esos en que quiera un bocata muy bueno, muy bueno, y solo me consuele uno de jamón del bueno. Ah, y quizá vuelva a tomar una foto del jamón y del queso, que la foto va antes que la voracidad y esta vez claramente olvidé las costumbres del buen bloguero.

Dirección:
Camprodón 37
Horario:
No disponible


viernes, 17 de octubre de 2014

Bar Frankfurt Paco's, allí donde va triunfa.

La visita a este bar fue por recomendación de Mariano P. un seguidor de nuestro blog que nos comentó que no nos perdiéramos este local, situado en la calle Mozart en pleno barrio latino. Mariano tiene también un blog gastronómico, pero de los de morro fino, podéis visitarlo aquí.

El bar, en los últimos años ha pasado por diferentes propietarios, con más o menos suerte y duración. El primero que lo abrió, sobre los años ochenta, lo hizo con la indemnización que cobró cuando cerraron la Pegaso de la Sagrera y ha permanecido abierto desde entonces de manera más o menos ininterrumpida.



Es un local pequeño, así que se llena con facilidad. Hay una extensa pizarra de tapas, pero el caso es que la gente va a echar, la mayoría, la cervecita con lo que te pongan. Recuerda a los bares del norte donde todo el mundo acostumbra a tomar los vinos y cervezas de pie, y el suelo pegado a la barra se suele llenar de servilletas de papel, cosa que le de da un toque muy ochentero también.

Para ir a estos sitios lo ideal es ir en grupos reducidos, de dos a cuatro personas. No me resultó difícil convencer a un par de amigos para quedar, tomar uno quintos y charlar un rato sobre la actualidad en la que vivimos, sobre el robo y saqueo al que lamentablemente, casi estamos ya hasta acostumbrándonos.
Y empezó el festival...


Primera ronda de quintos, a los dos minutos teníamos un plato con boquerones y patatas al caliu, con un all i oli muy suave.
Tanto Paco, como su mujer, siento no saber su nombre, están atentos a todo lo que ocurre. Son una pareja mayor y sentí cierta desconfianza en sus primeras miradas hacia nosotros, se pasó enseguida, quizá al pedir la segunda ronda, no sé.
Antes incluso de pedir, en la plancha empezaron a hacerse unas mini hamburguesas que nos sirvieron sobre pan tostado con ese mismo all i oli, cebolla y ketchup.
En barra un par de señores mayores, algo perjudicados por algo parecido a una barretxa, estaban rajando del President y el "procès". Era hora de pedir una más.
Con la tercera nos pusieron unos trozos de lomo sobre pan condimentado con aceite de oliva macerado con perejil, muy bueno. Los abuelos seguían hablando como si lo hiciesen con todo el bar sobre el tema, miradas cómplices con otros clientes nos hicieron entender que no eramos los únicos que veíamos que sobretodo uno de ellos se había pasado bebiendo. Normalmente frenamos en el tercero, pero pedimos una más, la última, acompañada de morros, buenos, calientes y sabrosos.
El sitio es estupendo para tomar unas cervezas con pinchos, pero asegúrate que de allí, vas para casa. El olor a fritanga se queda pegado en ropa, pelo y piel, no todo puede ser perfecto...


El baño, antiguo pero limpio, unisex y pequeño como todo el bar.
Los abuelos finalmente se fueron a dormir la mona.


Bar Frankfurt Paco's
Mozart, 43
Horarios no disponibles.

sábado, 11 de octubre de 2014

"El Bar de la Rambla": ese poquito mas que marca la diferencia...

Buenos días!!

Vuelvo a las andadas en el blog (la vida de sano y deportista te aleja de las terrazas, la vida de recuperador después de un gran esfuerzo te devuelve a ellas) y lo hago con un sitio que yo considero diferente. Es una impresión personal, como la gran mayoría de cosas que veréis en este blog, por eso os animo a probarlo con vuestros propios ojos.

El Bar de la Rambla (el que concretamente se llama así: entiendo que será una manera de atraer clientes confundidos, que han quedado en un bar en la rambla pero no saben en cual) no parece a simple vista un bar diferente al que puede llevar cualquier otro grupo de chinos de los que cada día adquieren mas bares en Santa Coloma (cosa que no tiene nada de malo, cada cual tiene que ganarse la vida como quiera o pueda). Desde hace un par de años, llevan este sitio con algo que se echa a faltar en este tipo de comercios: no son máquinas que se limitan a repetirte la comanda con un "sí" al final, ni bandejas automáticas que se llevan las botellas vacías y te traen las nuevas. A pesar de ir hasta arriba de trabajo (suele ser una de las terrazas más llenas en verano) siempre tienen un par de minutos para frenar y hablar contigo, preguntarte porqué vienes sin el perro o como está la pareja aquella que iba a tener un niño y que hoy no ha venido. El factor humano convierte al Bar de la Rambla en un "bar de chinos" que te ofrece algo más.


Pero vamos a centrarnos en el comer, que al fin y al cabo es lo que nos lleva a los bares. La verdad es que otra de las razones por las que el Bar de la Rambla está lleno es por los precios de sus tapas y bocadillos. En cuanto a un clásico como las bravas (servidas con correcto y abundante ali oli, un detalle cuando vas con mucha gente pero que ahoga si sois uno o dos), depende del día que sea puedes encontrarte con un plato correcto, con sabor a patata y nada mas... o tener la suerte de probar toda la carta de fritos del local en un solo viaje. Quizá es el único pero que le he encontrado a este sitio de siempre, y es que a veces se nota demasiado el saborcillo a otras cosas. Los bocatas, en cambio, son supremos por calidad y precio. Hay que tener mucha maña para que un bocadillo con ternera como ingrediente principal te quede bien, y aquí se nota en dos muy buenos como el Especial (ternera, pimiento y queso) o el clásico Serranito. Cantidad suficiente, calidad alta... no se de quien aprendieron a prepararlos, pero les enseñó muy pero que muy bien. En relación calidad-precio, uno de los mejores lugares para ir a hacer el bocata en Santa Coloma. 


Ahora que llega el frío, las terrazas empiezan a vaciarse: quedará siempre ese pequeño rinconcito de fuera para que los fumadores echen su cerveza al fresco mientras apuran el pitillo. Aprovechen estos últimos días que nos quedan de tiempo amigable y visiten su terraza favorita. ¿Tienen alguna que no hayamos visitado aquí? Comenten vía Facebook o aquí mismo.

El Bar de la Rambla
Rambla San Sebastián 31
Horarios no disponibles.

viernes, 3 de octubre de 2014

La Canyella, apologia de la torrada.

A raiz del estreno de este blog empecé a notar que en el grupo de Facebook de Santa Coloma proliferaban las publicaciones sobre bares. No se si este aumento era consecuencia del éxito del blog o que siempre habian estado allí y yo no me había fijado, el caso, es que gracias a esas publicaciones descubrí un sitio que se llamaba "La Canyella" que tenia una pinta fantástica, hace unas semanas por fin pude ir a verificar si las fotos hacian justicia al lugar.

El restaurante tiene un curioso emplazamiento, está justo en el vertice en el que la Calle Vistalegre se une con Pedró, esto hace que tenga una forma triangular, estrecho en la entrada y más ancho al fondo. La decoración es moderna y, aunque el local no es muy grande, si que da una sensación de amplitud.

El público lo formaban sobretodo parejas y grupos de amigos, de hecho el día que fuimos, había un cumpleaños multitudinario que, por suerte, comenzó cuando ya estábamos comiendo con lo que no lo sufrimos demasiado.

Cuando llegamos estaban todas las mesas ocupadas, nos invitaron a que esperáramos en la barra "unos 10 minutos" que igual fueron 20, pero bueno, nada fuera de lo normal. Nos prepararon la mesa y entregaron la carta. La estrella sin duda son las torradas, para tapear hay cazuelitas y surtidos. En nuestro caso pedimos una torrada cada uno y, para picar las clásicas bravas que en el menú aparecen como "patatas con alioli" aunque cuando las pedimos la propia camarera dijo en voz alta "una de bravas".



Plazo de cortesia para amenizar la espera..., siempre que te gusten las olivasEl trato fue siempre correcto y con simpatia. Si que es verdad que pudo haber sido más rápido, tardaron un poquito en traernos la carta, pero tampoco lo calificaria como espera excesiva. Después de pedir nos trajeron una cazuelita de olivas mientras esperábamos a que fueran llegando los pedidos, luego las bravas y finalmente las dos torradas que llegaron a la vez.

Evidentemente no faltó la visita a los lavabos, pequeños pero no diminutos y muy limpios. Creo recordar algún problema con el grifo del lavamanos, pero no debia de ser nada muy importante si lo he borrado de mi maltrecha memoria.

Las torradas elegidas fueron la de quesos (por recomendación del compañero de Blog Matias) y la de salmón. Las torradas eran de un tamaño considerable y la de quesos venia acompañada de un pequeño recipiente con mermelada de frambuesa para acompañar. Podria decir muchas cosas, pero lo mejor va a ser que mireis las fotos, ¿veis la pintaza que tienen?, pues cumplen las expectativas sobradamente, vamos que estoy colgando las fotos y salivo de recordarlas.

Curioso que en el plato de las olivas los huesos solo están por un ladoNo me estais viendo, pero la contemplo y lloro

Quedan las bravas que, como ya sabreis, siempre explico al final. Cortadas en cubos bastante pequeños y fritas para que tengan ese punto crujiente, tenian un pegote de alioli suave pero muy bueno con un poco de pimienta por encima. Realmente buenas aunque no picaban mucho (no nos quejaremos porque en la carta pone "patatas con alioli"), eso si, la ración pequeña para mi gusto.

o patatas con alioli, en cazuelita, así en diminutivo
 
En resumen, un sitio fantástico para cenar, las torradas están de vicio y se nota que usan productos de calidad. ¿En contra?, quizá el tamaño de la cazuelita que podria ser más grande, pero casi diria que es la queja del "por pedir que no quede" porque en realidad quedamos muy satisfechos con todo, bueno si, y que no abran más dias para cenas ya que solo lo hacen los Viernes y Sábados (y los Jueves en Verano). 
Como anécdota comentar que en un momento de la noche saltaron los plomos y pasamos un rato de calor hasta que alguien se dio cuenta que el aire acondicionado no se habia vuelto a encender, no se si esto les ha ocurrido más veces pero creo que no me quedará más remedio que volver para comprobarlo.

La Canyella

Carrer Vistalegre 50,
Lun - Jue 8:00 a 20:00
Vie 8:00 a 0:00
Sab 9:00 a 14:00 y 19:00 a 0:00
Domingo cerrado.

La Canyella (página de facebook)