viernes, 17 de octubre de 2014

Bar Frankfurt Paco's, allí donde va triunfa.

La visita a este bar fue por recomendación de Mariano P. un seguidor de nuestro blog que nos comentó que no nos perdiéramos este local, situado en la calle Mozart en pleno barrio latino. Mariano tiene también un blog gastronómico, pero de los de morro fino, podéis visitarlo aquí.

El bar, en los últimos años ha pasado por diferentes propietarios, con más o menos suerte y duración. El primero que lo abrió, sobre los años ochenta, lo hizo con la indemnización que cobró cuando cerraron la Pegaso de la Sagrera y ha permanecido abierto desde entonces de manera más o menos ininterrumpida.



Es un local pequeño, así que se llena con facilidad. Hay una extensa pizarra de tapas, pero el caso es que la gente va a echar, la mayoría, la cervecita con lo que te pongan. Recuerda a los bares del norte donde todo el mundo acostumbra a tomar los vinos y cervezas de pie, y el suelo pegado a la barra se suele llenar de servilletas de papel, cosa que le de da un toque muy ochentero también.

Para ir a estos sitios lo ideal es ir en grupos reducidos, de dos a cuatro personas. No me resultó difícil convencer a un par de amigos para quedar, tomar uno quintos y charlar un rato sobre la actualidad en la que vivimos, sobre el robo y saqueo al que lamentablemente, casi estamos ya hasta acostumbrándonos.
Y empezó el festival...


Primera ronda de quintos, a los dos minutos teníamos un plato con boquerones y patatas al caliu, con un all i oli muy suave.
Tanto Paco, como su mujer, siento no saber su nombre, están atentos a todo lo que ocurre. Son una pareja mayor y sentí cierta desconfianza en sus primeras miradas hacia nosotros, se pasó enseguida, quizá al pedir la segunda ronda, no sé.
Antes incluso de pedir, en la plancha empezaron a hacerse unas mini hamburguesas que nos sirvieron sobre pan tostado con ese mismo all i oli, cebolla y ketchup.
En barra un par de señores mayores, algo perjudicados por algo parecido a una barretxa, estaban rajando del President y el "procès". Era hora de pedir una más.
Con la tercera nos pusieron unos trozos de lomo sobre pan condimentado con aceite de oliva macerado con perejil, muy bueno. Los abuelos seguían hablando como si lo hiciesen con todo el bar sobre el tema, miradas cómplices con otros clientes nos hicieron entender que no eramos los únicos que veíamos que sobretodo uno de ellos se había pasado bebiendo. Normalmente frenamos en el tercero, pero pedimos una más, la última, acompañada de morros, buenos, calientes y sabrosos.
El sitio es estupendo para tomar unas cervezas con pinchos, pero asegúrate que de allí, vas para casa. El olor a fritanga se queda pegado en ropa, pelo y piel, no todo puede ser perfecto...


El baño, antiguo pero limpio, unisex y pequeño como todo el bar.
Los abuelos finalmente se fueron a dormir la mona.


Bar Frankfurt Paco's
Mozart, 43
Horarios no disponibles.

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