Me habló del "Cinc" mi amigo Eric, gerente de la tienda Birra Birrae, él no había estado nunca, de hecho él ni siquiera es de Santa Coloma ni sabia donde estaba exactamente, pero si que sabia que es uno de los pocos sitios de nuestra ciudad en los que se puede cenar bebiendo una cerveza artesana. En Santa Coloma tenemos la suerte de tener una oferta gastronómica muy variada pero, por el contrario, hay pocos lugares que rompan el "bipartidismo" cervecero Moritz-Estrella Damm (y los que lo hacen es para ofrecer San Miguel, Cruzcampo o Heineken que es casi ir a peor).
El restaurante está situado en la Plaza la Vila, seguramente en la zona de Santa Coloma con oferta más abundante por metro cuadrado, pero escondidos en el "Carreró de la Plaça", como queriendo remarcar que son una propuesta diferente pero al alcance de todos los públicos. El local, está decorado de una manera bastante minimalista, en el que predominan los colores rojo y negro y con la cocina a la vista, quizá un poco demasiado apretado en cuanto a mesas pero agradable y cómodo en general.
En el ambiente predominaban los grupos de amigos y parejas de treintañeros y cuarentañeros. Había bastante gente y un poco de bullicio pero nada exagerado, vamos que se podia mantener una conversación con tu acompañante sin tener que forzar la voz. No pude evitar escuchar parte de una conversación de una mesa colindante en la que se nombraba este blog, me mantuve imperterrito y no desvelé en ningún momento mi "identidad secreta".
Si el tener cervezas artesanas ya era un punto a favor importante, el tener una carta con hamburguesas con nombres de músicos como la "David Bouwie", "Chicken Chicken Sputnik" o "Salmon & Garfunkel" me ganó completamente. La carta no es muy extensa pero si muy original, hay sobretodo hamburguesas o sandwiches, unas poquitas ensaladas y algunos entrantes para compartir. Aquí tengo que resaltar un error ya que la carta que nos dieron en el restaurante era un poco diferente a la que tenian puesta en el exterior, nada destacable sino fuera porque una de las cosas que diferian eran los precios... (aquí os pongo la carta de fuera primero y la de dentro después).
El servicio, empezando por los contras: tardaron un poco en traernos la carta y en tomarnos nota, luego el tiempo de espera para la comida fue razonable, teniendo en cuenta que esa noche había bastante gente. Quizá el gran "pero" que les tengo que poner, es que no parecian tener demasiado conocimiento sobre las cervezas artesanas que ofrecen. A favor decir que nos atendieron bien, con mucha amabilidad y que accedieron sin problemas a servirnos algo un poco diferente a lo que se ofrecia en la carta, vamos que a pesar de los "peros" el servicio me pareció bueno.
Visita obligada, como en todas las crónicas, los baños. No excesivamente grandes pero tampoco diminutos, pintados de un color rosa y con un suelo de goma negra con circulitos como el de los ascensores antiguos, todo muy limpio y en buen estado a excepción de que faltaba la cubierta de uno de los dispensadores de papel higiénico, nada importante.
Me pedí un sandwich "Jon Spencer", como solo podía pedirme
un entrante ya que mi acompañante no podia ayudarme en exceso, y soy uno de
esos rockeros que, aunque toquen un repertorio diferente, siempre acaban
ofreciendo a su público el clásico que han venido a oir, me
pedí las bravas. Cuando vuelva (que volveré) sin las ataduras del blog,
seguro que probaré alguna de las otras propuestas de la carta. Para beber mi elección fue una "Kalashnikov", cerveza negra mezclada con vodka que personalmente no me acabó de convencer, pero es lo que pasa cuando pides un poco a ciegas.
A pesar de aparecer en la carta como sandwidch, el "Jon Spencer" se sirve con pan de hamburguesa, y hay que decir que no escatiman con las cantidades, era bastante grueso y, lo más importante, estaba realmente bueno. Venia también con unas patatas "paja" de acompañamiento.
Las bravas, ¿que tal estaria la tapa típica en un local que no es de tapeo?. Servidas en una cesta (que engaña porque la ración es más grande de lo que parece),las patatas están cortadas a gajos gruesos sin quitarle la piel, fritas para que tengan un punto crujiente con un alioli suave con un poquito de pimienta negra por encima y una salsa de pimenton dulce buenísima. Una delicia, realmente excelentes, y diferentes a las que hay en la mayoria de los sitios.
Jon Spencer y su banda los Blues Explotion (ambos tienen un plato dedicado en el "Cinc"), tocan algo tan antiguo y manido como es el blues, pero le añaden ingredientes de otros muchos estilos y de ello sale un blues diferente a lo habitual, esto es un poco lo que hace el "Cinc", coger algo tan visto como las hamburguesas y darles un toque diferente que, a mi entender, funciona. He de decir que la carta de hamburguesas que presento en la crónica es solo para las cenas ya que, al mediodia, el restaurante hace menu y que, según veo en la página de facebook, sigue la misma premisa de dar un toque diferente a los platos. ¿Qué no me gustó?, la diferencia de las cartas de fuera y la de dentro, un fallo que creo que es leve, pero que puede dar mala impresión. Como tema a mejorar creo que deberian sacar más partido al importante plus que supone tener las cervezas artesanas, seria muy interesante que guiaran al cliente a la hora de escoger cerveza para maridar con el plato que ha pedido. En resumen, un gran sitio para cenar (y posiblemente también para comer) y un toque diferente a la abundante oferta que habita en la zona centro.
Carreró de la Plaça 5.
Lun - Mie: 13:15 a 16:00
Jue - Sab: 13:15 a 16:00 y 20:30 a 0:00
Domingo cerrado.
Telf. 93 466 64 73
Restaurant Cinc (Página de Facebook)
Me pareció demasiado caro !!!! Para cenar una hamburguesa en cualquier bar de tapas te sale más economico
ResponderEliminarNo es como una hamburguesa de cualquier bar de tapas, es de bastante calidad y gramaje. Ese tipo de burgers no son baratas en ningún sitio, es más, equivalente a esto pero en bcn es más caro,te lo aseguro
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